sábado, 25 de marzo de 2023

ENFERMEDADES DEL GANADO

 

Ahora que está de moda la viruela ovina, me viene a la mente cuando no había tanto control veterinario y los pastores pillaban las fiebres maltas (brucelosis). Raro era el año que no había varios infectados con esas fiebres que podían durar meses. Guardaban cama en reposo absoluto y casi siempre quedaban secuelas. Se contagiaban a través de la leche de los animales, o por alguna herida en contacto con el animal infectado.
En aquella época, recuerdo que había ovejas que se volvían ‘modorras’, que se les hacían los sesos agua, decían, y comenzaban a dar vueltas sin seguir al resto del ganado. Las sacrificaban, y como lo único que tenían enfermo era la cabeza, quiero suponer que la tiraban. Con el resto del animal hacían un ‘somarro’, o salón, que secaban al sereno en las ventanas más altas de la casa. Dicen que está muy bueno, no puedo dar fe porque al ver aquella pieza expuesta en las ventanas a modo de estandarte, me producía un ligero rechazo, por lo que creo no haberlo probado nunca.
En nuestro pueblo existen las expresiones ‘estar modorro’, o ‘ser un somarro’, para definir en el primer caso a alguien que no está en sus cabales, y en el segundo caso para decir que es un plasta, o pesado. Ambas expresiones de carácter despectivo.
Además, los ganaderos o pastores tenían una gran maestría como cirujanos y operaban incluso las cataratas de los animales, o lo que fuese aquello. No sé si es cierto, o me tomaban el pelo, cuentan que metiendo un imperdible tiraban y sacaban la telilla blanca de los ojos.
Las visitas del veterinario, o no existían, o eran mínimas, por lo que los dueños del ganado se tenían que ocupar de los partos o de las enfermedades que pudieran surgir.
Cuando yo era pequeña tuve una época en la que hice una breve incursión como ganadera. Mis primos, como sus padres eran ganaderos, tenían corderos a los que criaban con biberón si las madres parían dos crías, o simplemente no los querían amamantar.
Como cuando eres pequeño, tienes querencia a lo que los demás poseen, también yo quería tener un cordero al que criar. Mi primo Luciano me regaló un cordero recién nacido al que crie con esmero durante meses con un biberón, y todas las tardes lo visitaba para darle su ración. Me seguía a todas partes como si fuera su madre, ya que no había conocido a otra. Mi primo Santiago, que criaba otro, le enseñó al suyo a topar. Ambos estaban en la cuadra de mi prima María, y cada tarde, cuando íbamos a alimentarlos, teníamos que torear las envestidas del de Santiago.
El cordero fue creciendo, dejó de tomar leche, empezó a comer solo, volviendo entonces a su casa original con Luciano. Tras unos meses más ya estaba listo para su venta, y me dolió deshacerme de él.
Luciano hizo un negocio redondo con mi cordero, me lo regaló al nacer, después lo volvió a criar cuando ya no mamaba, y para finalizar lo vendió y me dio el dinero de la venta. Aquí terminó mi incursión en el negocio de la ganadería.
Dedico este relato a todos los sufridos ganaderos y, especialmente, a mis primos Luciano Sevilla y Santiago González, que nos dejaron demasiado pronto.

domingo, 19 de marzo de 2023

ARQUEOLOGÍA EXPERIMENTAL

Clase magistral de D. Emilio Guadalajara:
Corte del Lapis Especularis.









Este fin de semana Tragacete ha sido escenario de unas jornadas de Arqueología Experimental, organizadas por Jesús Patón, han resultado un completo éxito y muy enriquecedoras. Hemos aprendido conceptos desconocidos abriendo un nuevo panorama con proyectos interesantes para nuestra zona. Uno de los temas ha sido cómo se extraía el Lapis Especularis de las minas que surgieron alrededor del siglo I en torno a la comarca de Segóbriga, y el uso que hicieron los romanos al obtener el primer cristal de esa piedra de yeso y su transporte por las vías romanas hasta Cartago Nova (Cartagena), y de ahí a Roma.


Aunque el tema minero parece que queda lejos de nuestro pueblo, no tenemos un conocimiento profundo de la zona. Dentro del término de Montes de Cuenca, en el paraje de 'Pie Pajarón', hay una fuente denominada de la mina, y parece ser que con un acceso de bastante dificultad para llegar, se encuentra 'Mina Pepita' de la que se obtenía lignito, un carbón mineral que se extrae por compresión de la turba. Aún se puede ver mucha infraestructura, en estado ruinoso, incluyendo restos de una población, Valdeorinas, algo alejada, para mineros y familiares. Parece que el poblado sufrió un serio varapalo como consecuencia de la pandemia de 1918, la llamada 'gripe española' que en la sierra fue bastante virulenta. También se observa lo que debían ser oficinas y almacenes.
En 1928 el yacimiento petrolífero de Cuenca nos indica que seguía operativa y añade que durante la 1ª Guerra Mundial, también lo estaba la de Uña.
 













En algunos documentos sobre la minería y la Industria española durante la Guerra Civil del año 36 al 39 todavía seguía activa.


Como podéis ver es un tema bastante novedoso para muchos de nosotros, pues hasta que encontré estos datos desconocía su existencia.
Si tenéis interés en conocer más datos podéis visitar la página web purasierra.com, de donde he sacado esta información.
Seguiremos investigando y buscando más datos de nuestra comarca que puedan ser enriquecedores e interesantes.

viernes, 3 de marzo de 2023

8 DE MARZO DÍA DE LA MUJER



El día 8 de marzo celebramos el día de la mujer, no por ser mujer como persona, sino por el reconocimiento de igualdad con respecto al varón.
Ahora nos escandalizamos cuando pensamos en países en los que una mujer tiene menos valor que una cabra, pero si echamos la vista atrás, sólo para ver el avance conseguido, podemos comprobar que hace 80 ó 90 años, en nuestro país tampoco se valoraba a la mujer mucho más, quizá no tanto en el interior de la casa como de cara al exterior, donde para hacer cualquier gestión había que tener permiso del padre o del marido.
Los matrimonios también se concertaban entre familias, para "unir haciendas", decían. A veces, con el paso del tiempo las parejas llegaban incluso a quererse, en otros casos se producían infidelidades, ya que el enamoramiento iba por otros derroteros.
Como no existía el divorcio, podía ocurrir que los hombres se marcharan a otras ciudades, dejando mujer e hijos, estableciéndose y creando otra familia. Habían ido "a comprar tabaco", como rezaba el dicho, y ya no volvían.
La mujer, a pesar de levantarse al amanecer, para ayudar con el ganado, o en las tareas agrícolas, no veía reconocido su trabajo y, así, en el carnet de identidad de aquella época, en casi todos los casos, se marcaba: Profesión S.L. (sus labores), siempre aplicadas a las tareas del hogar: lavar, planchar, fregar, cocinar, etc.
Poco a poco, la mujer ha ido demostrando su capacidad, igual o superior en algunos casos a la del hombre, para ocupar cualquier puesto de trabajo, y se le ha ido reconociendo su valor y sus derechos.
El día que no se descalifique a nadie por cuestión de género, el día que todos tengamos los mismos derechos, cuando se haya alcanzado la igualdad en todos los ámbitos, ese día no habrá que celebrar el día de la mujer, ni el del hombre. Ese día, sin etiquetas, podremos celebrar el día de las personas, en general. 
¡Feliz día de la mujer!