domingo, 11 de agosto de 2024

CAMINO PÉTREO DE SAN BLAS

 

Cueva de La Loca
Cuenta una antigua leyenda, que en el camino de San Blas había una hermosa princesa que vivía en un castillo, desde donde dominaba todo lo que a lo largo del recorrido se encontraba. Era respetada por todos sus súbditos, los habitantes de la villa, incluso las aves y fieras del monte, se volvían mansas, cuando se cruzaban por el camino.
Todo cambió cuando se enamoró del joven sacerdote que había llegado a la villa, que al final se convirtió en un amor correspondido. A pesar de mantener en secreto su pasión amorosa, una noche, una terrible tormenta le trajo la maldición: todo donde posaba su mirada se convertía en piedra. 
El primero fue su gran amor, de ahí vienen los nombres de parajes como la Cocinilla del Cura, y la Peña del Fraile. Después fueron convirtiéndose en piedra sus súbditos y todos los animales, que empezaron a temerla. Ella, consciente de su poder, sumida en un gran dolor,  abandonó su castillo y se refugió en una cueva, de donde sólo salía de noche para no cruzarse con ningún ser vivo. Probablemente muriera en esa cueva o abandonara el lugar, el caso que desde entonces nadie volvió a verla. Tampoco entró nadie en esa cueva a la que empezaron a llamar la Cueva de la Loca, y con ese nombre ha llegado hasta nuestros días.
Cuando vayas a pasear por el Camino de San Blas, no tengas miedo, sólo son personas y animales petrificados durante siglos y siglos que cuidan el sendero y vigilan tus pasos.
Eso sí, sólo aparecen cuando echas a volar tu imaginación, no hay que darle más vueltas.

¡FELICES VACACIONES!

No hay comentarios:

Publicar un comentario