Tragacete acaba de finalizar su tercera Feria Rural en
la que los artesanos han expuesto sus productos.
Aunque esta sea la tercera en el tiempo cercano, no es
la primera vez que Tragacete organiza una feria. En el año 1944, el periódico
Afán de Madrid, ya lo menciona. Aunque yo no la recuerdo, allá por los años 50
y 60 existía una feria de ganado que se celebraba en las eras, durante la
semana anterior a San Miguel, es decir, para San Mateo. Allí se compraba y
vendía, no sólo ganado, también animales de carga y de tiro.
Volviendo a nuestros días la III Feria Rural ha sido un éxito de participación, no sólo de artesanos locales, que los tenemos y muy buenos, otros venidos de otras localidades para exponer sus productos: De alimentación, con Trufas, vinos, panadería, charcutería, miel. Talleres de metalurgia, cerámica, madera, mimbre, esparto, bordados a mano y lanas. Interactuando con la naturaleza con rutas de senderismo. Tiro con arco. Exhibición de esquileo.
Un largo etcétera de artesanos que año tras año van consolidando esta feria de artesanía que llena de color la Serranía durante unos días y que acompañan a San Juan, nuestro segundo patrón, conmemorando su fiesta con la instalación de la cucaña y posterior subida por los más atrevidos.
Todas estas actividades demuestran las posibilidades de desarrollo cultural, artesano y económico de nuestra tierra.
Volviendo a nuestros días la III Feria Rural ha sido un éxito de participación, no sólo de artesanos locales, que los tenemos y muy buenos, otros venidos de otras localidades para exponer sus productos: De alimentación, con Trufas, vinos, panadería, charcutería, miel. Talleres de metalurgia, cerámica, madera, mimbre, esparto, bordados a mano y lanas. Interactuando con la naturaleza con rutas de senderismo. Tiro con arco. Exhibición de esquileo.
Un largo etcétera de artesanos que año tras año van consolidando esta feria de artesanía que llena de color la Serranía durante unos días y que acompañan a San Juan, nuestro segundo patrón, conmemorando su fiesta con la instalación de la cucaña y posterior subida por los más atrevidos.
Todas estas actividades demuestran las posibilidades de desarrollo cultural, artesano y económico de nuestra tierra.
Era una feria, que reunía a gente de diferentes
localidades para exponer sus animales y en la que se cerraban los tratos, sin
necesidad de plasmar en un papel, sencillamente con un apretón de manos, nada
más y nada menos, que entonces era ley.
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