sábado, 22 de octubre de 2022

TODOS LOS SANTOS

Cementerio Municipal de Tragacete










El día 1 de noviembre celebramos la festividad de Todos los Santos, una fiesta luctuosa en la que recordamos y honramos a nuestros fallecidos.
El concepto "muerte" es inherente al concepto "nacimiento", nacemos para morir, y el intervalo de tiempo que hay en medio se llama "vida", y ese es el importante.
Con el paso de los años, del progreso, del descreimiento, etcétera, también ha cambiado la forma de enfrentar el último destino. Hace 60-70 años en nuestro pueblo, cuando alguien fallecía la familia se enterraba en vida: luto riguroso tres años, y saliendo de la casa solo para lo estrictamente necesario, y después uno o dos años más de medio luto. Si a esto le añadimos que en ese período de cinco años había otro fallecido en la familia, se encadenaba otro período similar y los jóvenes perdían su juventud, puesto que el luto era para toda la familia.
Se rezaba el rosario durante nueve noches seguidas en la casa del difunto. Lo que yo conocí se reducía ya a tres noches, hasta que poco a poco ha desaparecido la costumbre.
Ahora la gente pasa su duelo de distinta manera, y no porque no se sienta, sino por el absurdo que supone dejar de vivir cuando ya no se puede hacer nada por el fallecido.
Antes la gente moría de distinta manera, más corriente: de un patatús, de cólico miserere, de repente, de viejo. Ahora no, ahora se muere de manera más "digna", los fallecimientos tienen nombre y apellido: de infarto, peritonitis, de la edad, de estrés.
También muchas mujeres morían de parto, casi todos nacíamos en casa, ayudados por algún familiar que ejercía de partera. El médico sólo era solicitado cuando la cosa era muy complicada. Ahora es muy difícil que alguien muera de parto, puesto que hay un control durante todo el embarazo y los nacimientos se producen en hospitales.
Antes, los niños que nacían en verano, solían tener un mal desenlace, decían que se "agostaban", ¿el motivo?, era que las madres venían "sofocás" del campo y los amamantaban, y no sufrían gripes estomacales, ni descomposición, ni tan siquiera diarrea, tenían un "caguetazo negro", se agostaban.
Lo de la deshidratación entonces no existía.
Si la noche de Todos los Santos causaba respeto, la siguiente, la de las Ánimas, producía terror. Esos seres errantes, que durante todo ese día vagaban buscando qué sé yo, te hacían sentir rodeado de miedo. La costumbre era y es, hacer chocolate y puches. 
Por cierto, decían que esa noche las ánimas, en los pobres puches metían los pies, y la gente joven tapaban con esos puches las cerraduras, que al endurecerse costaba abrir las puertas.
Por todo esto, el día de Todos los Santos no celebramos fallecimientos, sino recuerdos, momentos vividos, todos los buenos.
Honremos a nuestros muertos, sí, pero con nuestra mejor sonrisa y nuestro mejor recuerdo. Y mientras tanto, que no se nos olvide, que entre el principio y el fin, hay un intermedio que se llama vida. Disfrutemos con los nuestros, familiares, amigos, vecinos, porque la vida eterna queda lejos. 
Los creyentes fervorosos tienen alguna ventaja, los que tienen dudas, algo menos. Vivamos la vida terrena por si la otra no llega. 
¡Feliz día de Todos los Santos!

martes, 18 de octubre de 2022

CRONISTA OFICIAL DE TRAGACETE

29-Sep-2022 Nombramiento de la Cronista Oficial de Tragacete


 









El pasado día 29 de septiembre, festividad de San Miguel, tuve el honor y el privilegio de ser nombrada Cronista Oficial de Tragacete, figura que hasta ahora no existía en nuestro pueblo.
Voy a reproducir mi discurso de aceptación y agradecimiento:

“Siempre he sentido una gran curiosidad por conocer todo lo referente a Tragacete, su historia, sus costumbres y sus anécdotas.
Cada vez que he encontrado un libro hablando sobre Tragacete, lo he comprado, de ahí que tenga tantas referencias bibliográficas en mi blog. Otros datos los he sacado de bibliotecas, archivos, etc. Y también de historias vividas personalmente y otras oídas a personas mayores.
Durante la pandemia comencé a compartir, con todo aquel que me quisiera leer, para que al menos una distracción, por pequeña que fuese, evadiera la mente durante el encierro que nos tocó vivir, pero sin mayores pretensiones.
Jamás pensé que la Corporación se iba a hacer eco de mis escritos y me ofreciera ser Cronista de Tragacete, nada menos, mi pueblo.
Aunque en principio me costó mucho decidirme, pensándolo bien llegué a la conclusión de que Tragacete merece tener una memoria escrita para que los más jóvenes la conozcan y no se pierda en el olvido.
Dar las gracias a todos los que me animan con sus comentarios, a la Corporación por confiar en mí, y aún sin estar segura de ser merecedora de tal honor, seguiré buscando, escribiendo y compartiendo con todo el que me quiera leer.
¡Que paséis unas Felices Fiestas!, con mesura, eso sí.

¡VIVA SAN MIGUEL!

¡VIVA TRAGACETE!”  

miércoles, 5 de octubre de 2022

MIGUEL ROMERO Y TRAGACETE

 

Ayuntamiento de Tragacete








Siempre es un placer, leer y escuchar a Miguel Romero, gran conocedor de la historia de muchos pueblos. En este caso un gran honor que lo haga hablando del nuestro. Gracias Miguel, amigo mío.

Tragacete y San Miguel

En La Serranía de Cuenca hay belleza por doquier. Vayas por donde vayas, busques caminos forestales, senderos o barrancos, subas hacia la Alta, recorras la Media o transites la Baja, te encontrarás pueblos, humildes y despoblados, pero bellísimos en encanto y paisaje, con  hospitalarias gentes como bandera.

Uno de los más bonitos es Tragacete. Allí, donde se ha puesto esa “Enseña de Desarrollo Rural” con facilidades para la llegada de nuevos pobladores, con Jornadas universitarias encaminadas a buscar sinergias para evitar la Despoblación, y con la puesta en valor de cursos de formación en la educación por haberse instalado allí la Fundación de Maestros, es un vivo ejemplo.

Ahora, vienen sus fiestas patronales y es San Miguel quien las bendice. Por eso, quiero y debo hablar de este lugar, histórico y moderno, tradicional y festivo, haciéndolo con ese bosquejo de su pasado, recordando algunos lugares de su excelso paisaje y sintiendo, como no, su paisanaje.

Este lugar, acurrucado a los pies del cerro de San Felipe, techo de la Sierra de Cuenca, encuclillado al lado del río Cuervo y su nacimiento, no muy lejano de las aguas del Júcar e incluso de las del Tajo, tiene un privilegiado enclave donde la Naturaleza le ha hecho privilegio de encanto.

Pero, su belleza le ha dado siempre el significado de su acontecer y su ubicación en tierras de montaña, al lado de enclaves poderosos, su gran peso en la historia. Aquí, después que el romano quisiera aprovecharse de sus salinas, la dependencia vino a generar el peso cristiano cuando desde el Señorío de Albarracín, un tal Azagra, disputara su poder con el otro señorío de Molina, potestad de don Manrique Pérez de Lara, abusando uno y otro, en prebendas y diezmos.

Tal fue la importancia de estas tierras que la ciudad de Cuenca durante el dominio de Alfonso VIII compró este lugar y sus salinas, el 3 de febrero de 1202 a su, por entonces, propietaria, la condesa doña Mafalda, viuda del conde don Pedro Núñez, concediéndole de esa manera los diezmos salinares a la catedral conquense.

Pero es en el siglo XIV cuando adquiere mayor protagonismo, pues Alfonso XI la concede a la familia de los Albornoz y ahí alcanza cierto rango como potestad de esta gran familia, sobre todo en tiempos de don Alvar García de Albornoz, noble de fuerte poder en aquellos tiempos de intrigas nobiliarias, asesor impenitente del propio rey Enrique II, el de las Mercedes.

Buen sitio este lugar de Tragacete. Desde sus tiempos de pertenencia a los marqueses de Cañete, aquellos Hurtado de Mendoza, con Prestameras y Beneficios a la capilla del Espíritu Santo de Cuenca, buenas Canonjías, su patronazgo a San Miguel, advocación de su bella parroquial, edificio solemne con bella espadaña y dos portadas que dan entrada a una nave amplia y bien artesonada, con modillones en las vigas centrales, retablo de piedra y mármol, pila bautismal, sencilla y de gallones, a los tiempos modernos, ahora, con buen turismo recibido, este lugar ha sido núcleo de la comarca.

Por eso hay que destacarlo. Ahora, su infraestructura es amplia. Hotel, hostales, restaurantes, casas rurales, amplias veredas de servicios y un sinfín de paisajes que incitan a un turismo rural donde la belleza y el sosiego te pueden provocar constante deseo de visita.

Todos recuerdan aquellos años de trashumancia, la Cañada Real de Zaragoza a Andalucía por Valencia, la que desde aquí partía y que, salvando el río Tajo por la Dehesa de Belvalle discurría aguas arriba del río Cuervo, cruzando los límites de la Vega del Codorno y Tragacete para descender hacia Las Majadas y Villalba. Aquellas cabañas ganaderas de Juan Rodríguez, Francisco de la Cueva o Esteban Sánchez nos advierten de la buena lana que aquí se criaban e hicieron del lugar, por entonces, privilegio de pocos. 

Una maravillosa naturaleza en un término indescriptible donde los montes de la Fuenseca, Cerro de En Medio, Solana de San Felipe, la Cordillera, Puntal de la Hoya, los Callejones, la Dehesa Boyal del Enebral y el Rincón de la Gitana, hacen brillar las maravillas que San Miguel Arcángel desde su iglesia bendice y hace reencuentro festivo en ese mes de septiembre con buenas verbenas, toros y jolgorio, manteniendo incluso aquellas tradiciones de antaño.

Miguel Romero Sáiz, Cronista Oficial de Cuenca, en su blog On the Road de Las Noticias de Cuenca.