viernes, 18 de octubre de 2019

Tragacete, 1955

El otro día os conté la Leyenda de San Miguel, hoy os voy a contar cómo María Luisa Vallejo describía Tragacete allá por el año 1955.



Tragacete celebra su fiesta principal el 29 de septiembre, festividad de San Miguel.

Está situado este poético pueblo en lo más abrupto de la Serranía conquense, rodeado de importantes elevaciones, desde el que se descubre bellísimo panorama de imponente grandeza.
Sabido es, que toda la Serranía es maravillosa, como trazada por la mano de Dios.
Si se entra por LOS POYATOS, podemos contemplar enormes escalerones verticales, como cortados a pico, de muchos metros de altura.
En su término está el punto mas alto de la provincia: el vértice geodésico de San Felipe.
Debido precisamente a esta elevación, su clima es muy duro en invierno -donde allí empieza bien temprano-, como delicioso en verano.
PINCELADAS DE HISTORIA
Según los historiadores, es pueblo muy antiguo; pues según Muñoz Soliva, su nombre procede de raíces griegas, cuya traducción equivale a "Torre abrasada".
En la época griega, ya le dieron el nombre de "Antraca", "la reducción a carbón".
Torres Mena, también se ocupa de este pueblo, en su obra "Noticias Conquenses", por sus antiguas salinas, que por estar edificado a tan gran altura, en las estribaciones de la cordillera Celtibérica, su escasa población y escabrosidades le hicieron difícil ser conquistada, como Huélamo, ya rayando con el Reino de Aragón, regado por las aguas del Júcar.
Espero no aburrir con estos relatos encontrados sobre Tragacete. Cada vez que encuentre algo si no os molesta lo compartiré con todos vosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario