![]() |
Diligencia siglo XIX |
Siempre se han tenido las Sierras de nuestro país como
refugio de salteadores y bandoleros por su condición agreste y salvaje; los más
famosos en Sierra Morena, aunque en nuestra provincia tenemos el Bandido del
Pico de Ranera, o, en tiempos más recientes, el manco de la Pesquera.
Nuestra Sierra de Tragacete, fue también en pleno siglo XIX, cuna y refugio de bandidos. Era una época en la que se aprovecharon del conflicto monárquico entre los seguidores de la Reina Isabel II, hija de la cuarta mujer de Fernando VII, defensora del liberalismo frente a las tropas de Carlos María Isidro de Borbón, hermano de Fernando VII, defensor de la monarquía tradicional, que tenía por bandera el lema Dios, Patria y Rey.
La II Guerra Carlista abarcó un período de cuatro años de 1846 a 1849, fue la continuación de la I Guerra Carlista de 1833 a 1840, tras la muerte de Fernando VII.
Corría el año de 1847, cuando cuatro vecinos de la localidad, de nuestro pueblo Tragacete, amparados con banderas carlistas, asaltaron el correo ordinario de la empresa de Diligencias Reales que seguía la ruta Teruel-Madrid. Escondidos en el Vallejo de Peñarrubia, en la Sierra del Maestrazgo, esperaron la llegada de la diligencia, y por la fuerza, con armas de fuego, se llevaron las cajas y el cofre.
La Guardia Civil, recién creada en 1844 por el duque de Ahumada, tenía puesto en Cañete. Su comandante, Constantino Delatre, mandó al cabo Manuel Cabanilla del segundo escuadrón, y al guardia Mamerto Fernández, para realizar las pesquisas en Tragacete, donde localizaron a los bandidos, a los que persiguieron por las calles disparando sus mosquetes. Gracias al apoyo de la vecindad lograron capturar a uno de ellos, huyendo los demás en dirección a Teruel.
La cuarta compañía de Landete, con el cabo Fermín Buzo y el guardia Juan Lozano a la cabeza, localizaron a los fugitivos y consiguieron, en plena refriega, herir a uno de los fugados, matando a los otros dos, lo que puso fin al bandidaje de la comarca, generado por la revuelta carlista.
Nuestra Sierra de Tragacete, fue también en pleno siglo XIX, cuna y refugio de bandidos. Era una época en la que se aprovecharon del conflicto monárquico entre los seguidores de la Reina Isabel II, hija de la cuarta mujer de Fernando VII, defensora del liberalismo frente a las tropas de Carlos María Isidro de Borbón, hermano de Fernando VII, defensor de la monarquía tradicional, que tenía por bandera el lema Dios, Patria y Rey.
La II Guerra Carlista abarcó un período de cuatro años de 1846 a 1849, fue la continuación de la I Guerra Carlista de 1833 a 1840, tras la muerte de Fernando VII.
Corría el año de 1847, cuando cuatro vecinos de la localidad, de nuestro pueblo Tragacete, amparados con banderas carlistas, asaltaron el correo ordinario de la empresa de Diligencias Reales que seguía la ruta Teruel-Madrid. Escondidos en el Vallejo de Peñarrubia, en la Sierra del Maestrazgo, esperaron la llegada de la diligencia, y por la fuerza, con armas de fuego, se llevaron las cajas y el cofre.
La Guardia Civil, recién creada en 1844 por el duque de Ahumada, tenía puesto en Cañete. Su comandante, Constantino Delatre, mandó al cabo Manuel Cabanilla del segundo escuadrón, y al guardia Mamerto Fernández, para realizar las pesquisas en Tragacete, donde localizaron a los bandidos, a los que persiguieron por las calles disparando sus mosquetes. Gracias al apoyo de la vecindad lograron capturar a uno de ellos, huyendo los demás en dirección a Teruel.
La cuarta compañía de Landete, con el cabo Fermín Buzo y el guardia Juan Lozano a la cabeza, localizaron a los fugitivos y consiguieron, en plena refriega, herir a uno de los fugados, matando a los otros dos, lo que puso fin al bandidaje de la comarca, generado por la revuelta carlista.
Fte: Pueblos y paisajes (Miguel Romero)