lunes, 30 de junio de 2025

BANDIDOS CARLISTAS EN TRAGACETE

Diligencia siglo XIX
Siempre se han tenido las Sierras de nuestro país como refugio de salteadores y bandoleros por su condición agreste y salvaje; los más famosos en Sierra Morena, aunque en nuestra provincia tenemos el Bandido del Pico de Ranera, o, en tiempos más recientes, el manco de la Pesquera.
Nuestra Sierra de Tragacete, fue también en pleno siglo XIX, cuna y refugio de bandidos. Era una época en la que se aprovecharon del conflicto monárquico entre los seguidores de la Reina Isabel II, hija de la cuarta mujer de Fernando VII, defensora del liberalismo frente a las tropas de Carlos María Isidro de Borbón, hermano de Fernando VII, defensor de la monarquía tradicional, que tenía por bandera el lema Dios, Patria y Rey.
La II Guerra Carlista abarcó un período de cuatro años de 1846 a 1849, fue la continuación de la I Guerra Carlista de 1833 a 1840, tras la muerte de Fernando VII.
Corría el año de 1847, cuando cuatro vecinos de la localidad, de nuestro pueblo Tragacete, amparados con banderas carlistas, asaltaron el correo ordinario de la empresa de Diligencias Reales que seguía la ruta Teruel-Madrid. Escondidos en el Vallejo de Peñarrubia, en la Sierra del Maestrazgo, esperaron la llegada de la diligencia, y por la fuerza, con armas de fuego, se llevaron las cajas y el cofre.
La Guardia Civil, recién creada en 1844 por el duque de Ahumada, tenía puesto en Cañete. Su comandante, Constantino Delatre, mandó al cabo Manuel Cabanilla del segundo escuadrón, y al guardia Mamerto Fernández, para realizar las pesquisas en Tragacete, donde localizaron a los bandidos, a los que persiguieron por las calles disparando sus mosquetes. Gracias al apoyo de la vecindad lograron capturar a uno de ellos, huyendo los demás en dirección a Teruel.
La cuarta compañía de Landete, con el cabo Fermín Buzo y el guardia Juan Lozano a la cabeza, localizaron a los fugitivos y consiguieron, en plena refriega, herir a uno de los fugados, matando a los otros dos, lo que puso fin al bandidaje de la comarca, generado por la revuelta carlista.
Fte: Pueblos y paisajes (Miguel Romero)

viernes, 13 de junio de 2025

La Cruz Roja en Tragacete

Nunca se sabe si existen las casualidades, las causalidades o el destino es caprichoso.
En la década de los 80 hubo en Tragacete un puesto de Cruz Roja donde  se podía hacer la mili voluntaria. Esto era común en los años 70 y 80 que muchos jóvenes hicieran el servicio militar como voluntarios en este cuerpo.
En el año 1973 se firmó un convenio entre el Ejército y la Cruz Roja Española necesitada de voluntarios. De esta forma se permitía hacer la mili cerca de casa a jóvenes de zonas rurales donde existían dispersos puestos de socorro. Para acceder a ese puesto primero se hacía el CIR y se juraba bandera.


El puesto estaba situado en la polifacética casa de Don Casildo, donde actualmente está ubicada la Asociación de Jubilados. Allí tenían las literas, cocina y servicio, muy básico pero fundamental, sobre todo para los que venían de otros pueblos.
Al lado de la gasolinera había una especie de contenedor que era el puesto de Cruz Roja. Cuando no existía el transporte en ambulancia como existe en la actualidad, los encargados del transporte de enfermos y accidentados eran los chicos que estaban allí haciendo la mili.
El tiempo de milicia era unos meses más largo que la mili por reemplazo aunque con la ventaja de estar al lado de casa. No sólo fueron chicos de nuestro pueblo, también de otros pueblos cercanos, los que eligieron esta modalidad.
En aquellos tiempos Cruz Roja ya repartía alimentos a las familias que el presidente consideraba necesitadas. Por aquel entonces creo que el presidente fue el guarda forestal Julio Mondaray. 
Creo recordar que la ambulancia que estaba destinada para la Serranía era un todo terreno, preparado para tal fin por las condiciones duras de los inviernos serranos. Nada que ver con todo lo que hemos avanzado en la actualidad.
Hablaba al principio de los caprichos del destino. Muchísimos inviernos después llega a nuestro pueblo un nuevo vecino: Raúl Felipe, un señor que por su trabajo y compromiso con Cruz Roja (también es cierto que esta nueva Cruz Roja poco o nada tiene que ver con aquella que empezó) ha creado Tragacete en Acción, un grupo que intenta que la conciliación y la concordia sea una máxima entre vecinos. Podemos pensar diferente pero el amor por nuestro pueblo nos hace luchar por él. Convivencias con otros pueblos, apoyo a personas vulnerables, acercar las tecnologías a los más mayores, actividades entre vecinos para fomentar la socialización, etc. Estas y otras iniciativas que se están llevando a cabo en Tragacete son un impulso para la zona, para que se nos conozca, no solo a nosotros, sino a todos los pueblos, la vida rural existe y hay que reivindicarla, no sólo se trata de reuniones y de hablar de despoblación en los despachos, hay que tomar medidas más efectivas.
A Raúl, nuestro nuevo vecino, muchas gracias por comprometerse en la dinamización del pueblo.

(Si hay alguien que conserve alguna foto del puesto y quiere compartirla, la pondré como ilustración del relato)