domingo, 29 de noviembre de 2020

TESORO ARTÍSTICO

IGLESIA SAN MIGUEL ARCÁNGEL







Evidencia del mal sistema de devoluciones tras la guerra es que en Campillo de Altobuey se recoja una casulla morada con el escudo de la Catedral, que en Tragacete haya un cáliz que tiene la inscripción: "La Reina a la Parroquia de Salmeroncillos..." No creemos que se deba a desamortizaciones, sino al proceso de devolución, que fue, cuando menos, muy largo y confuso.
El Puerto del Cubillo, áspero camino que atraviesa la Sierra desde las cercanías de Tragacete hasta Frías y la carretera de Albarracín, era uno de los ejes de penetración hacia el frente. La ruta comienza en la vieja Herrería de los Chorros. Esta zona montañosa fue escenario de muchos episodios en torno a los que "se pasaban" a la zona "nacional". En Tragacete la iglesia fue vaciada y convertida en cuartel. La "horda roja" no acabó con algunas pocas obras de orfebrería, como el copón de plata del siglo XVIII, que no debió ser devuelto a la parroquia. La custodia está en el Museo. También se conserva una cruz procesional barroca y algunos cálices. En Tragacete era conocido el hecho de que un manto de la Virgen fue arrojado a la sima de "El Bancal de la Nevera" por unos milicianos. Hace unos años se encontraron los restos de las coronas y el manto del Niño por los espeleólogos del grupo conquense Lobetum. El hallazgo de restos de las coronas indica el poco afán de lucro de aquellos milicianos (El Dia de Cuenca, 2-4-1995 Hallado en el fondo de una sima el ajuar de la Virgen de Tragacete).
Según el libro Tesoro artístico y Guerra Civil. El caso de Cuenca. De Víctor de la Vega Almagro.
Retazos de historia de nuestro pueblo. Espero que os guste.

viernes, 13 de noviembre de 2020

LOS MOLINOS

MOLINO DE ARRIBA

Acabo de encontrar una información* sobre los molinos de Tragacete.

En el término municipal de Tragacete, en la partida de la Chorrera, se encuentra rehabilitado para uso residencial el antiguo Molino de la Chorrera. Este molino harinero del siglo XVIII contaba con un par de muelas, una para harina y otra para piensos. El molino, que cuenta con otros edificios anexos, es de tres plantas y tiene una superficie en la base de un centenar de metros cuadrados. Los muros exteriores se levantaron con mampostería, en su mayoría tobas; la fachada principal está enlucida. La cubierta, a dos aguas, es de tejas árabes. En el exterior hay tres muelas francesas apiladas, de unos 127 cm de diámetro. Construido en la margen derecha del río Júcar, contaba con azud y canal propios del molino. El caz remataba en una balsa de forma irregular de unos dos a tres metros de profundidad, pero resulta complicado determinar sus dimensiones reales por la gran cantidad de vegetación que la circunda. A principio del siglo XX, como en muchos molinos de la zona, sus dueños instalaron una turbina para mover una dinamo con la que producir luz y abastecer a Tragacete, aprovechando las abundantes aguas que lleva el Júcar en ese tramo.
El segundo molino de Tragacete es el Molino del Medio o de la Toba. Como el anterior , ha sido rehabilitado para uso residencial, aunque mantiene parte de la fisonomía original de este molino del siglo XVIII. También conserva una sección de la obra hidráulica y la tubería que debía conectar el caz con una turbina. El agua procedía del caz del Molino, que discurría por el lado derecho del Júcar.
Sin abandonar la margen derecha del río y dentro también del término de Tragacete, se localizaba el Molino de Abajo o de los franceses, denominado así por haberlo adquirido en los años setenta del siglo XX un ciudadano de origen francés. El molino ha sido sometido a una severa rehabilitación para uso residencial, especialmente en su interior. Conserva no obstante, la fisonomía original del edificio, parte de la obra hidráulica y algunos elementos del molino, como una muela catalana, construida en un único bloque de conglomerado, y restos de otras muelas de origen francés. Cómo los anteriores molinos de Tragacete, está emplazado en la margen derecha del río Júcar. El azud y el canal eran propiedad del molino. En los primeros años del siglo XX, su entonces propietario, instaló una turbina y le acopló una dinamo con la que producía luz suficiente para autoabastecerse y hacerles llegar el resto a Tragacete.
*Pertenece a ESTEPA (Estudios del Territorio, del Paisaje y del Patrimonio).
José Serrano Julián y Miguel Antequera Fernández.
Es interesante, espero que os guste.